- 450-500 gramos de harina de fuerza
- 10 gramos de levadura fresca
- 10 gramos de sal
- 1 cucharadita (de café) de azúcar
- 50 ml de aceite de oliva
- 220 gramos de agua templada
Preparación, con amasadora:
En primer lugar, deshacemos la levadura fresca en el agua templada.
La ponemos en la cubeta, y encima añadimos el azúcar y la harina.
Hacemos con los dedos un huequito en la harina, y colocamos la sal dentro.
Comenzamos a amasar (en mi caso, panificadora de LIDL, programa 7) Cuando esté ligeramente amasada, pero aún con los ingredientes sin integrar, añadimos el aceite de oliva.
Cerramos la tapa y dejamos amasar durante 15 minutos, hasta obtener una masa manejable, que no se pegue a las manos.
Ponemos la masa en un bol enharina, tapamos con un paño y dejamos reposar. Yo la suelo preparar a mediodía y la dejo reposar toda la tarde, para hornear en la cena.
Levantamos el paño, y extraemos la masa levada, con cuidado.
Sin volver amasar, la colocamos sobre una superficie limpia y enharinada, y la vamos extendiendo con el rodillo.
Está lista para preparar. Sólo tenemos que poner nuestra salsa de tomate preferida, nuestro relleno elegido y hornear en horno precalentado a 200º mínimo.